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Ricos, locos asesinos y currantes.

Todos los días millones de personas nos levantamos con la intención de cumplir con nuestras obligaciones, sean del tipo que sean. Normalmente son hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible, ocuparnos de las necesidades de nuestra familia o ser honrados ciudadanos. Y ya es bastante.

Una de las primeras cosas que hacemos es echarle un vistazo a la prensa o escuchar la radio. Es saludable y demuestra interés por lo que pasa a nuestro alrededor, pero a veces puede alterarnos el estado de ánimo. Veamos alguna muestra de lo que nos encontramos hoy:


Ahí tenemos el enésimo serial de la infanta, el marido de la infanta y los tejemanejes que entre los dos y sus socios se montaron. La mujer prefiere pasar por tonta antes que admitir cualquier grado de responsabilidad en los enjuagues de Noos y otros negocios. Está en su derecho, también en el de no pagar la fianza, pero los ciudadanos también estamos en nuestro derecho de pensar que esto tiene toda la pinta de acabar en una operación de estado para salvarle su real pellejo.


Aquí aparecen a unos locos peligrosos en plena Europa. Destaca el hecho de que cinco de ellos eran españoles sin pasado familiar y religioso musulmán, es decir, conversos que no contentos con abrazar fervorosamente la fe del Profeta se lanzaron a la yihad con la fuerza de los recién llegados. Tenemos un serio problema cuando personas educadas en los valores de las sociedades laicas y ricas de Europa pretenden matar para imponer una teocracia. Pero también tiene un problema gordo el islam, capaz de fabricar locos dispuestos a matar.


Esta noticia es muy indignante, casi tanto como la jeta que tiene el individuo en cuestión. Una muestra más de quién está pagando la factura de la crisis. Ya lo sabemos, los trabajadores de base. El jefe baja los sueldo a los currantes y él se lo sube un 211%. Dicen que porque cumplió los objetivos de rebajar la deuda de la empresa. Dos cosas: si se hubiera bajado el sueldo lo habría reducido más, supongo que cuando los obreros cumplan los objetivos de producción también le subirán sus sueldos, por lo menos la mitad que a su señorito ...., pero me temo que no.

Así viene el día, lleno de privilegiados que quieren seguir siéndolo cueste lo que cueste y de locos dispuestos a matarnos para imponer su visión del mundo. Todos coinciden en algo: las víctimas somos los que, como tú o yo, cada día sobrevivimos en esta jodida sociedad.

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