Sean mis primeras palabras para expresar mi solidaridad con los cargos y militantes del Partido Popular que en algún momento han visto limitada su libertad ciudadana por causa de las protestas de los ciudadanos. El respeto a las personas, sea cual sea su condición e ideología, es un principio invulnerable de las sociedades democráticas. Conozco personalmente a militantes, simpatizantes, votantes y cargos del Partido Popular. Todos, individualmente, excelentes personas, honestas y probas. Su problema, como les he dicho a alguno de ellos, es que tienen que actuar de pararrayos de las políticas que sus líderes aplican día a día. Y en la medida que las respaldan, son corresponsables de ellas. Es probable que el Partido Popular se siente acosado. Casi es lo mínimo que le puede pasar a tenor de lo que está haciendo desde el gobierno. Pero si ellos creen que son un caso único les voy a informar de otras personas y/o colectivos que también se sienten acosados: - Los parados que no encuen...
Reflexionemos sobre lo que pasa y se dice, sea lo que sea.