Por fin. Parece que entramos en la última fase de la futura Ley General de la Comunicación Audiovisual. Se conocen las líneas maestras del texto y ahora viene la interesante etapa de su recorrido parlamentario previo a su aprobación y entrada en vigor.
En primer lugar hay que resaltar que ya es positivo en si mismo que este proyecto de ley entre en el parlamento. Llevamos décadas esperando un texto semejante, promesa electoral incumplida en anteriores ocasiones,
De lo que ha trascendido, a falta de conocer en detalle el texto, destaca la creación del Consejo Audiovisual de Medios. Extraña que no haya provocado las reticencias de la patronal de las televisiones comerciales ¿quizá porque no tendrá competencias para otorgar licencias o no será escuchado en el proceso de concesión? Cuidado porque un consejo con capacidad real puede tener mucha influencia, por ejemplo, en la oferta de contenidos televisivos.
Las disposiciones sancionadores, tanto en lo que afecta al cumplimiento de las cláusulas administrativas como en cuanto a los contenidos televisivos, pretenden ordenar un sector en el que impera, de facto, la ilegalidad. La clave estará en ver si realmente se aplican cuando los operadores vulneren, por ejemplo, las franjas de protección para niños y adolescentes o la proliferación de contenidos basura.
Atentos, porque habrá mucho de qué hablar en los próximos meses sobre este importante proyecto de ley
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