El pasado fin de semana vivimos en A Coruña una representación en clave de comedia de eso que Pablo Iglesias ha venido en denominar la "casta política", para cabreo de lo que se consideran aludidos, mayormente los políticos del PP y del PSOE. Me refiero al acto de inauguración de la inconclusa Tercera Ronda de circunvalación de la ciudad.
Actuaron el presidente de la Xunta, el alcalde de A Coruña y la ministra de Fomento, que es la que acabó de poner la pasta que antes comprometieran sus antecesores. Inauguraron una obra que fue concebida hace quince años y ha tardado ocho en acabarse. La empezó como ministra de Fomento Magdalena Alvarez, la prosiguió José Blanco y la ha acabado la antedicha Pastor. Cuando las máquinas comenzaron a trabajar gobernaba la Xunta Emilio Pérez Touriño y era conselleira de obras María José Caride Tabarés. En el ayuntamiento de A Coruña mandaba, es un decir, Javier Losada, y su concejala de Urbanismo era Mar Barcón.
El sainete tuvo momentos de gran carga cómica. Por ejemplo, el alcalde loando lo que años atrás criticaba; el presidente de la Xunta explicando lo bien que lo han hecho en materia de infraestructuras, o la ministra regando de millones futuros el área de A Coruña, como indica el manual electoral.
Insuperable el discurso de agradecimiento a Fomento y a la Xunta por haber ejecutado el nuevo trazado iniciado por las administraciones socialistas. ¡Sólo faltaría que lo dejaran inconcluso, como hicieron con el agujero del Parrote durante cuatro años! Si al final habrá que darles las gracias por hacer su trabajo. Todo ante la atenta mirada de los periodistas, que actuaron de extras sin derecho a intervención.
El público fuimos todos los ciudadanos de A Coruña, singularmente los vecinos afectados por las obras, que por lo visto tenemos que agradecerles a estos comediantes lo bien que lo han hecho. En realidad deberían pedirnos perdón, éstos y los anteriores, por su incompetencia y abrir la carretera al tráfico sin payasadas oficiales.
Pero la comedia aún no está acabada. Sigue la representación porque está por ver qué hacen con los muros que actúan como barrera visual o cuándo cobran los vecinos expropiados que aún no recibieron sus indemnizaciones.
Actuaron el presidente de la Xunta, el alcalde de A Coruña y la ministra de Fomento, que es la que acabó de poner la pasta que antes comprometieran sus antecesores. Inauguraron una obra que fue concebida hace quince años y ha tardado ocho en acabarse. La empezó como ministra de Fomento Magdalena Alvarez, la prosiguió José Blanco y la ha acabado la antedicha Pastor. Cuando las máquinas comenzaron a trabajar gobernaba la Xunta Emilio Pérez Touriño y era conselleira de obras María José Caride Tabarés. En el ayuntamiento de A Coruña mandaba, es un decir, Javier Losada, y su concejala de Urbanismo era Mar Barcón.
El sainete tuvo momentos de gran carga cómica. Por ejemplo, el alcalde loando lo que años atrás criticaba; el presidente de la Xunta explicando lo bien que lo han hecho en materia de infraestructuras, o la ministra regando de millones futuros el área de A Coruña, como indica el manual electoral.
Insuperable el discurso de agradecimiento a Fomento y a la Xunta por haber ejecutado el nuevo trazado iniciado por las administraciones socialistas. ¡Sólo faltaría que lo dejaran inconcluso, como hicieron con el agujero del Parrote durante cuatro años! Si al final habrá que darles las gracias por hacer su trabajo. Todo ante la atenta mirada de los periodistas, que actuaron de extras sin derecho a intervención.
El público fuimos todos los ciudadanos de A Coruña, singularmente los vecinos afectados por las obras, que por lo visto tenemos que agradecerles a estos comediantes lo bien que lo han hecho. En realidad deberían pedirnos perdón, éstos y los anteriores, por su incompetencia y abrir la carretera al tráfico sin payasadas oficiales.
Pero la comedia aún no está acabada. Sigue la representación porque está por ver qué hacen con los muros que actúan como barrera visual o cuándo cobran los vecinos expropiados que aún no recibieron sus indemnizaciones.
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