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Partido Popular: el hotel de los líos

Un servidor le recomienda a Mariano Rajoy que se lo tome con calma, piense lo que va a hacer y elija. Por ejemplo, puede destituir a los protagonistas, mirar para otro lado o coger la puerta y marcharse. Que escoja porque el espectáculo del PP es para decir aquello de "... el último que apague la luz".

El Gobierno va a la deriva, sin política económica coherente para abordar la crisis, con medidas que fomentan el enfrentamiento social, polarizando a la opinión pública. Con este escenario, los populares se ocupan de los negocios fraudulentos de algunos cargos o de la pelea callejera que organizan cada cierto tiempo Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón. 

Todos miran a Rajoy, al que se le está acabando el tiempo si pretende ser alguna vez presidente del gobierno. Necesita poner orden por dos razones: porque el PP tiene que concentrar sus esfuerzos en ganar las próximas elecciones, y porque el electorado castiga las peleas intrapartidarias y la falta de liderazgo.

Mucho me temo que no va a ser cosa fácil para el presidente popular. Aguirre lo coloca en el disparadero cuando pide su intervención en la batalla de Madrid y los valencianos van a lo suyo, porque Costa no se da por destituido.

Así las cosas, entiendo perfectamente al presidente de Castilla-León, que harto del espectáculo amenaza con no presentarse a las próximas elecciones autonómicas. Más problemas para Rajoy.

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