Las declaraciones de Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE, calificando de acontecimiento histórico a nivel planetario la coincidencia temporal de las presidencias de Obama en los Estados Unidos y de Zapatero en la Unión Europea, han conseguido la rentabilidad política y mediática que pretendían.
No cabe duda de que Pajín era plenamente consciente de que sus palabras constituían una exageración, rozando con la ridiculez. Pero lo que pretendía es exactamente el resultado que obtuvo: el ataque por parte de los dirigentes populares en campaña, y ocupar minutos de información y análisis en los informativos. Piensen que las declaraciones sobre la crisis económica, los "brotes verdes", el paro o el aborto ya están muy "sobadas". ¿Cómo podemos abrir un nuevo frente de "informativo"? Pues uniendo a ZP con Obama en el liderazgo de la progresía mundial.
Nadie se cree que un cargo político de ese nivel diga eso porque se le ocurriese camino de la sala de prensa. Es un mensaje que hay que colocar en un momento concreto con una finalidad específica: orientar la polémica, en definitiva, que se hable de mi aunque sea mal. Y ahí todos han colaborado: los periodistas transmitiendo el mensaje, los opinadores "diseccionándolo" y la oposición mofándose. El guión perfecto.
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