Ir al contenido principal

los usuarios del coche oficial

El pasado fin de semana aparecía en los medios de comunicación una entrevista con el presidente de la Diputación de A Coruña, Salvador Fernández Moreda. Entre otras consideraciones había una que me llamó la atención: el nunca va a ser candidato a la presidencia de la Xunta.

Ya sabemos cuál es el límite de las ambiciones políticasde este socialista eterno..... por su capacidad de ocupar cargos electos quinquenio tras quinquenio.

El caso de Moreda ejemplifica idealmente a los políticos que permanecen durante décadas en cargos institucionales. Son muestras del llamado síndrome del coche oficial. Recuerden lo que decían de Manuel Fraga: se subió con treinta años en un vehículo del parque móvil y ya no lo abandonó hasta la jubilación.

Algo hemos avanzado desde las épocas de la juventud y madurez de don Manuel. De aquella llegabas a los altos cargos políticos por designación del general de Ferrol o por cooptación entre las elites de la dictadura.

En todos los partidos hay ejemplos de políticos eternos; recuerden el caso de Francisco Vázquez o Manuel Chaves en el PSOE, Ibarretxe en el PNV, Fraga y Ruiz Gallardón en PP; y se da a todos los niveles de escalafón: local, autonómico y estatal.

Es un síntoma del funcionamiento de los partidos políticos en España. Estructuralmente son una masa de afiliados de refrender la estrategia y los actos de una selecta clase dirigente que se reproduce en sus protagonistas. Por eso son tan llamativos los llamados procesos de renovación, en los que suele ser más importante el escaparate, es decir, los cambios en la dirección, que el contenido, o sea, la orientación ideológica.

La excusa para amarrarse al poder es la capacidad de ganar elecciones. Es lo que pasaba con Francisco Vázquez, con Manuel Chaves, con Fraga o con cualquiera que a ustedes se le ocurra. Es una razón de peso, de tanto peso como que a don Manuel lo presentaron a unas elecciones autonómicas bien pasados los ochenta años para ver si ganabade nuevo y les daba otros cuatro más en el machito de la Xunta.

Los USA, que en esto de la democracia nos sacan unos cuantos cuerpos, se dieron cuenta de que no era bueno eternizarse en el poder. Lo vieron tras la larga presidencia de F.D. Roosevelt, uno de sus presidentes emblemáticos. Y pusieron un tope de ocho años en la jefatura del Estado.
¿Se imaginan dónde quedarían gente como Vázquez, Pujol, Chaves, Fraga o Rodríguez Ibarra aplicandolo a los puestos ejecutivos de la política española? Pues hace décadas que estarían en otra cosa.

Bueno, Salvador Fernández Moreda no. El va del Ayuntamiento de A Coruña a la presidencia de la Diputación y viceversa. Siempre encuentra una ocupación para seguir montado en el coche oficial.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El suelo

El suelo es fundamental. Sobre el suelo de la calle caminamos o circulamos en coche, sobre el suelo de la casa vivimos, el "suelo" de nuestro salario, si tenemos el privilegio de trabajar, nos permite vivir y planificar nuestra vida. En definitiva, el suelo está ahí para que nosotros podamos hacer cosas. El suelo también es vital para los partidos políticos, aunque sea en sentido metafórico. El "suelo" es ese mínimo que les permite conservar el poder o sobrevivir cuando vienen mal dadas. Por ejemplo, ese suelo mínimo explica que las encuestas le den al PP cerca de un 30% de intención de voto a día de hoy o que el PSOE conservase mas 110 diputados en 2011 tras la gestión de Zapatero. Hace casi un año, cuando las perspectivas electorales apuntaban a una victoria del Partido Popular, escribí en este blog: Seguro que los sociólogos y los especialistas en demoscopia podrían explicar esto. Yo, profano en la materia y observador de lo que pasa, solo puedo decir ahora...

Pitos en España

La final de la Copa del Rey nos ofreció otro ejemplo de esa costumbre tan española del desprecio al prójimo, un defecto transversal a todo tipo de orígenes y obedencias políticas. Los miles de personas que ayer pitaron el himno español demostraron que en este país, o lo que sea, el respeto por lo que piensa o lo que siente el de enfrente no es moneda de uso habitual. Silbar un himno, cualquier himno, insultar al vasco, al catalán, al francés o al español por el hecho de serlo es vulgarmente insoportable, además de una muestra de intolerancia abrumadora. Es la ofensa por la ofensa, por joder, por irritar al que no piensa como tú o por hacer la gracieta. Pero, si cabe, aún es peor reír la gracia, alentarla o contemplarla con media sonrisa, como hizo el honorable Mas el sábado en el Nou Camp. Seguro que no pondría la misma cara si en el Bernabéu se abucheara e himno catalán; entonces hablaría de insulto a Catalunya y bla, bla, bla..... En tiempos cada vez más lejanos, los esbirros d...

Zapatero lo ha conseguido

Zapatero ha entrado en la crisis del Alakrana con un objetivo público y otro más o menos encubierto. El objetivo para consumo público es conseguir la liberación de los marineros en poder de los piratas somalíes. Obvio. Todo el mundo apoya al presidente. El objetivo encubierto es evitar el desgaste político que la nefasta gestión del secuestro del atunero está provocando a su gobierno y a él mismo. Para conseguir esto último ha seguido dos estrategias: la primera es tratar de que los medios de comunicación dejen de criticar la acción del ejecutivo y de servir de altavoz a los familiares; para ello se ha servido de una apelación a la responsabilidad de los informadores y opinadores. Malo, malo, porque cuando a un periodista le pide responsabilidad un político es que algo pretende esconder o conseguir. La segunda estrategia de Zapatero para atenuar la presión sobre el ejecutivo es convencer a los familiares de los tripulantes para que guarden un prudente silencio. Por lo visto, parece qu...