O le ponemos coto aplicando el sentido común, o la gripe A va a degenerar en un proceso de histeria colectiva azuzado por personas o instituciones presuntamente responsables. Y de nada van a servir los mensajes tranquilizadores y las llamadas a la calma de los políticos y expertos sanitarios.
La última aportación viene de los inefables británicos. Dos compañías aéreas, British Airways y Virgin Atlantic prohibirán el embarque en los aviones si sus empleados de tierra sospechan que un pasajero está incubando o padece la gripe A. Los trabajadores de ambas compañias tienen que controlar que el sujeto tosa varias veces, tenga los ojos enrojecidos o diga que sufre dolor de cabeza; en ese caso, deben llamar a los servicios sanitarios del aeropuerto. Lo que no queda claro es si tiene que darse todo a un tiempo o sirve con alguna de las dolencias por separado; puede que usted tosa porque la saliva le haya ido por el conducto equivocado, los ojos rojos son secuela inevitable de una noche de farra y un dolor de cabeza puede estar provocado por los absurdos sistemas de control que hay que pasar en los aeropuertos.
Pues en esas estamos con la gripe A. Que se anden con coñas las aerolíneas, ya severamente afectadas por la crisis económica y por la deserción de clientes, hartos de someterse a humillantes medidas de dudosa seguridad. A este paso, sólo volarán los masoquistas dispuestos a soportar la tortura de los aeropuertos por obligación o por devoción.
Pongámonos en el caso de que un operario de British o Virgin sospechan de un pasajero que les dice que le duele la cabeza y tose delante de ellos. Supongo que el desgraciado será apartado de la fila de facturación. Llamarán a los sanitarios ¿y qué pasa entonces?, ¿le hacen un rápido chequeo para ver si tiene la gripe A?, ¿lo dejan en tierra preventivamente, con lo que pierde su vuelo?
Por lo visto, el proceso de declive imperial de Gran Bretaña no ha tocado fondo. Unas veces hacen de perrillo faldero de los Estados Unidos, otras crían vacas locas para consumo masivo, de vez en cuando mandan al continente expediciones de hooligans cerveceros y, si se tercia, como ahora, se pasan preventivamente ante una emergencia.
De todas formas, no son los únicos temerosos de más. Este fin de semana mi madre y mi cuñada me informaron de los casos de gripe A detectados en un albergue juvenil de A Coruña. ¿Sería porque mi hijo marchó el domingo a un campamento?
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