Ir al contenido principal

Mi primer Cien Años de Soledad

Tengo en la librería de mi casa el ejemplar que nos hizo comprar la profesora de Literatura en 2º de BUP. Es una edición de febrero de 1980 de Argos Vergara, colección  Libros DB. Las hojas han adquirido el color amarillento propio del paso de las estaciones. La portada es un dibujo de una sucesión de colinas parduzcas que se pierden en el horizonte. Está forrado con plástico y en la contrapartida pone el precio: 205 pesetas, un euro con veintidós céntimos en nuestros días. En definitiva, una edición barata.

Fue el primer ejemplar de Cien Años de Soledad que tuve en mis manos. Después he adquirido otros dos, con pastas duras y mejor acabado. Uno de ellos es la edición especial que publicaron las academias de la Lengua Española. Pero no tienen la historia y el significado de ese primer Cien Años de Soledad.

¡Qué se le va a hacer, no voy a ser nada original! Yo también entré en la literatura por la puerta que me abrió obra maestra de Gabriel García Márquez. Lo siento, pero es verdad. Hasta entonces navegaba por las letras cumpliendo con las exigencias educativas y las querencias de la primera adolescencia; es decir, leía lo que mandaban en el cole y los libros de aventuras o de pandillas norteamericanas que se llevaban por aquellos finales de los setenta.

Llegué a Macondo porque la profesora de Literatura nos obligó a leerlo. ¡Qué suerte! Y de ahí salté a Vargas Llosa, a Carlos Fuentes, a Cela, a Torrente Ballester.... ¡Bendita obligación! El plan de lectura de aquella profesora fue ciertamente una propuesta histórica, de esas que alcanzan su real significado con el paso de los años.

Gabriel García Márquez está ya, plenamente, en otra dimensión. Ahora sí que que ha alcanzado la inmortalidad de los que viven cientos de vidas, de los que crean seres humanos para que los mortales nos metamos en ellas y abandonemos por unos minutos las nuestras. Solo que Gabo creó unas vidas muy particulares, donde la realidad y la imaginación no tienen fronteras definidas. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Zapatero lo ha conseguido

Zapatero ha entrado en la crisis del Alakrana con un objetivo público y otro más o menos encubierto. El objetivo para consumo público es conseguir la liberación de los marineros en poder de los piratas somalíes. Obvio. Todo el mundo apoya al presidente. El objetivo encubierto es evitar el desgaste político que la nefasta gestión del secuestro del atunero está provocando a su gobierno y a él mismo. Para conseguir esto último ha seguido dos estrategias: la primera es tratar de que los medios de comunicación dejen de criticar la acción del ejecutivo y de servir de altavoz a los familiares; para ello se ha servido de una apelación a la responsabilidad de los informadores y opinadores. Malo, malo, porque cuando a un periodista le pide responsabilidad un político es que algo pretende esconder o conseguir. La segunda estrategia de Zapatero para atenuar la presión sobre el ejecutivo es convencer a los familiares de los tripulantes para que guarden un prudente silencio. Por lo visto, parece qu...

El equipo médico habitual

Hubo un tiempo en que los españoles seguíamos atentamente las informaciones que facilitaba el llamado "equipo médico habitual". Era un grupo de brillantes especialistas que trataban al por entonces Jefe del Estado, el general Francisco Franco, de las numerosas dolencias que le aquejaban y que lo llevaron a su tumba del Valle de los Caídos en noviembre de 1975. Por aquellos años yo era un ser humano a medio camino entre la niñez y la primera adolescencia, y la verdad, la retahíla de problemas de aquel señor mayor que mandaba por encima de todos me sonaban un tanto lejanos. Lo único que saqué de beneficio fueron tres días sin clase cuando se murió, que casi coincide con mi cumpleaños. Ahora esto del equipo médico habitual parece que vuelve a estar de moda. No son siempre los mismos médicos ni el paciente es tan tenebroso como aquel militarcito que secuestró el poder gracias a un golpe de estado y una guerra civil. Los problemas de salud del Rey Juan Carlos nos devuelven l...

¿Casta periodística?

Si pinchan en el hiperenlace de la palabra prensa  accederan al avance de datos de difusión de los principales diarios españoles en el mes de abril auditivos por la OJD. Certifican de nuevo la cuesta abajo de las ediciones en papel de las grandes cabeceras españolas. Cada vez que aparecen estos datos, los editores explican lo mucho que crecen sus ediciones digitales, que es donde creen que está el negocio del futuro. Cierto, por ahí van los tiros, pero eso solo no explica la caída de las ventas en papel. Desde hace tiempo vengo sosteniendo que la huida de los lectores no se debe únicamente a los nuevos hábitos de consumo o a la exploración de nuevos modelos de negocio. La causa principal es el tipo de periodismo que se hace y el papel de los medios de comunicación. Dejémonos de análisis sesudos, lo que vale es hacer buen periodismo, contar buenas historias, facilitar honestamente información y opinión a los ciudadanos, en definitiva, cumplir con la función social de la prensa...