Una de las costumbres más inveteradas de los políticos, al menos de los españoles, es echarle la culpa de los problemas a los predecesores; es la famosa herencia recibida, que les impide hacer lo que han prometido en campaña. Suelen utilizarla de excusa para marcar distancia con sus inmediatos antecesores, es decir, Zapatero frente a Aznar, éste frente Felipe González y así hasta Franco.
Pero ese singular político que es el actual alcalde de A Coruña ha hecho una pirueta con triple salto mortal y contrapone su política urbanística con....... la de la derecha franquista. Lo espectacular es que esa corriente ideológica no gobierna la ciudad desde hace......¡¡¡¡ treinta años!!!! Salvo que Javier Losada considera derecha franquista al nacionalista Domingos Merino o al centrista Joaquín López Menéndez.
De las palabras de Losada podría deducirse que su inmediato predecesor, su otrora amigo y mentor y por el momento compañero de partido, Francisco Vázquez forma parte de esa derecha franquista cuyo urbanismo denosta Losada. Supongo que no está llamando facha a Vázquez porque él, Javier Losada, fue uno de sus concejales de urbanismo.
Honestamente creo que el alcalde de A Coruña sigue queriendo marcar distancias con el embajador, pero debe tener cuidadín con las palabras. Los socialistas llevan gobernando la ciudad desde 1983, un tiempo lo suficientemente amplio como para que la impronta de su urbanismo sea bien visible. Novo Mesoiro, Matogrande, Los Rosales o la deficiente planificación de la movilidad urbana no son para sacar pecho.
Es cierto que el franquismo arrasó barrios de A Coruña y creo monumentos a la estulticia urbanística como es el caso del Agra del Orzán. Pero de eso ha pasado ya mucho tiempo. Demasiado como para olvidarse del partido que ocupa la alcaldía desde hace más de dos décadas.
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