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Los salvapatrias de la España eterna

Hay costumbres, tradiciones, gastronomía, hasta comportamientos que nos identifican como españoles. Incluso hasta los que no quieren serlo. Los toros, la comida mediterránea, las procesiones, a las que acuden incluso los que no pisan una iglesia en todo el año, ese ejemplar de El Quijote que nunca hemos leído pero que está en la estantería de todos los salones, el sorteo de la Lotería de Navidad, Real Madrid o Barça ..... y no nos olvidemos de nuestro permanente debate sobre lo que somos y como "encajamos" a vascos y catalanes (los gallegos estamos a otra cosa) en esto que hace dos mil años empezó a llamarse Hispania.

En esa panoplia de señas de identidad no pueden faltar los salvapatrias. Son esos señores, mayormente vestidos de uniforme, que en un momento de su vida se sienten llamados a decir que por encima de todo está la patria. Y si está en peligro, allí irán ellos a salvarla. Estos ejemplares típicamente españoles los tenemos en versión vasca, catalana y española roja y gualda.

Mal hacemos si creemos que esta especie autóctona se ha extinguido. Esta semana supimos que el general de Infantería de Marina Juan Antonio Chinarro, antigo inspector general del cuerpo, había dicho en una mesa redonda que “La patria es anterior y más importante que la democracia. El patriotismo es un sentimiento y la Constitución no es más que una ley”.

Está el general Chinarro preocupado por lo que pasa en Cataluña. Y, claro, si la cosa va a mayores, parece claro lo que le gustaría hacer al general. Este tipo de declaraciones en otros tiempos nos quitaban el sueño. Ahora, con precauciones porque la especie de los salvapatrias es muy resistente, nos provoca sorpresa porque es tan casposo como los bigotillos recortados estilo franquista.

Ya les digo, hay tipos españoles eternos. Este es uno. Ahora parece inocuo, pero en tiempos pretéritos provocaron hasta guerras civiles. Cuidado con ellos, por si acaso.

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