Los obispos españoles están reunidos para ver si reeligen al cardenal Rouco como presidente de la Conferencia Episcopal. Está a punto de cumplir los 75 años, edad en la que tiene que presentar su renuncia al Papa como arzobispo de Madrid. Pero, por lo visto, o quiere que no se la acepten o en el Vaticano están tan contentos con él que desean que se "eternice" en el cargo.
Hay un dato que me ha llamado la atención. Si consigue un nuevo mandato superará en años en el cargo al cardenal Tarancón. Fíjense bien, el purpurado valenciano guió a la Iglesia española por los turbulentos años de la transición, pilotando el proceso para acabar de desenganchar al catolicismo oficial de sus adherencias franquistas. En definitiva, Tarancón está considerado como una de las figuras clave de la Iglesia española en el siglo XX.
Si sus colegas del episcopado le otorgan de nuevo su confianza, Rouco será el prelado que habrá estado más tiempo al frente de la Conferencia Episcopal española desde su creación tras el Concilio Vaticano II. Casi nada. ¿Y por qué será recordado Rouco? ¿Cuál es el balance de su mandato?¿Qué impronta dejará en la historia de la Iglesia en España? Nada significativo, más allá de organizar grandes actos de masas para los papas, patrocinar un catolicismo rancio y asistir impertérrito a la deserción de los fieles, cada vez más alejados de una jerarquía que ni les entiende ni comprende sus preocupaciones.
Harían bien los obispos españoles en rezar y reflexionar seriamente sobre el rostro que quieren mostrar a esa sociedad que estigmatizan.¿De verdad que les gusta el de Rouco?
Hay un dato que me ha llamado la atención. Si consigue un nuevo mandato superará en años en el cargo al cardenal Tarancón. Fíjense bien, el purpurado valenciano guió a la Iglesia española por los turbulentos años de la transición, pilotando el proceso para acabar de desenganchar al catolicismo oficial de sus adherencias franquistas. En definitiva, Tarancón está considerado como una de las figuras clave de la Iglesia española en el siglo XX.
Si sus colegas del episcopado le otorgan de nuevo su confianza, Rouco será el prelado que habrá estado más tiempo al frente de la Conferencia Episcopal española desde su creación tras el Concilio Vaticano II. Casi nada. ¿Y por qué será recordado Rouco? ¿Cuál es el balance de su mandato?¿Qué impronta dejará en la historia de la Iglesia en España? Nada significativo, más allá de organizar grandes actos de masas para los papas, patrocinar un catolicismo rancio y asistir impertérrito a la deserción de los fieles, cada vez más alejados de una jerarquía que ni les entiende ni comprende sus preocupaciones.
Harían bien los obispos españoles en rezar y reflexionar seriamente sobre el rostro que quieren mostrar a esa sociedad que estigmatizan.¿De verdad que les gusta el de Rouco?
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