Zapatero estableció la doctrina en la entrevista de TVE la pasada semana y todos la repiten como un mantra. Escucho en el Telediario al portavoz parlamentario socialista, José Antonio Alonso, defender la subida del IVA amparándose en la necesidad de mantener las coberturas sociales, básicamente el subsidio de paro. Tal argumento es una muestra más de la escasa estima intelectual que algunos políticos tienen por los ciudadanos, más bien nos consideran tontos de remate.
Cualquier ser humano con las cuatro reglas aprendidas en la escuela sabe que el IVA grava el consumo de todas las personas, sea cual sea su renta. Es decor, un rico paga lo mismo por una cajetilla de tabaco o por una caja de galletas que el parado por el que tanto se preocupa Zapatero. Es decir, por un lado le da y por otro le quita, o como diría José Mota, las gallinas que entran por las que salen.
Y en esa estamos, con los gestores de cuatro millones de parados sangrando la cartera de los habituales clientes de la Agencia Tributaria para cubrir el inmenso agujero provocado por una crisis que primero negaron y luego minimizaron. Lo que me irrita más que su incompetencia es que me tomen por tonto, sobre todo a costa de mi dinero.
Cualquier ser humano con las cuatro reglas aprendidas en la escuela sabe que el IVA grava el consumo de todas las personas, sea cual sea su renta. Es decor, un rico paga lo mismo por una cajetilla de tabaco o por una caja de galletas que el parado por el que tanto se preocupa Zapatero. Es decir, por un lado le da y por otro le quita, o como diría José Mota, las gallinas que entran por las que salen.
Y en esa estamos, con los gestores de cuatro millones de parados sangrando la cartera de los habituales clientes de la Agencia Tributaria para cubrir el inmenso agujero provocado por una crisis que primero negaron y luego minimizaron. Lo que me irrita más que su incompetencia es que me tomen por tonto, sobre todo a costa de mi dinero.
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